Felicidad: mitos populares
Mitos sobre la felicidad

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La felicidad es un estado al que toda persona aspira llegar, pero que parece tener significados muy diferentes para cada cual. Mucho se ha dicho, cantando y escrito sobre ella, pero parece que por fin la ciencia se ha puesto manos a la obra, y ha hecho un acercamiento a  lo que es Felicidad y como conseguirla.
Así, Sonja Lyubomirsky (experta en  emociones positivas y promoción del bienestar) aportó una definición más a felicidad:

“La experiencia de la alegría o el bienestar positivo, combinada con una sensación de que la vida es buena, significativa y que vale la pena.”

Lyubomirsky defiende que un porcentaje para la consecución de la felicidad puede ser genético,  otro atribuible a factores externos y por último, otro porcentaje muy significativo depende de lo que hagamos en nuestro día a día.
También se comprobó que hay mitos  populares que manejamos casi a diario, acerca de la felicidad, que de hecho, nos alejan de ella.

Mitos acerca de la felicidad

«La felicidad se encuentra»
Ésta afirmación tan común, lleva consigo un lastre muy importante: sitúa la felicidad como algo ajeno a nosotr@s. Y si es algo ajeno o externo, no podemos hacer mucho para ello. Somos juguetes del destino. Y nada más lejos de la realidad. La felicidad se trabaja, se construye y se practica.

«La felicidad condicionada»
Tenemos la creencia de que la felicidad vendrá asociada a algo en concreto: más dinero, una pareja, un mayor trabajo… y que sin “eso”, no seremos felices. Una de las cosas buenas del ser humano es que su vida es una figura con muchas aristas, y aunque una no vaya como deseamos, podemos encontrar bienestar en las otras. Pues nada nos garantiza que ese trabajo tan deseado, esa pareja o más dinero, vaya a hacer que en unos meses, seamos más felices
Y es que como dice el refrán “no pongas todos tus huevos en la misma cesta”.

«La felicidad se tiene o no se tiene»
Volvemos a una idea que nos inmoviliza. La felicidad se puede conseguir, y para ello, hay que empezar a conocerse bien a un@ mism@ y ponerse en marcha.

A por la felicidad. ¿Cómo me pongo en marcha?

Según estudios realizados acerca de la felicidad, Sonja Lyubomirsky recomienda una serie de práctica para fomentar el bienestar diario:

• Practicar la gratitud: dar las gracias nos hace pensar en lo positivo que tenemos en la vida. Ese ser consciente nos ayuda a no dar por hecho e infravalorar, y arroja luz sobre lo positivo que hay en nuestra vida.

• Cultivar el optimismo: entender nuestro día a día, y hacer un esfuerzo por concentrarnos en los aspectos positivos. Pues casi todo tiene dos caras. Centrémonos en la buena.

• Huir de la comparación social: “Las comparaciones siempre fueron odiosas” y además muy insanas. Nos colocan en un estado de despersonalización, ya que al comprar, damos por hecho que tenemos que conseguir lo mismo que la persona con la que nos estamos comparando. Además, si la comparación sale más, nuestra autoestima se ve dañada, pues empezamos con un soliloquio de mensajes negativos hacia nosotr@s: “ya tendría que haberlo conseguido, es que no valgo nada”, etc.

 Ser amable: la amabilidad hace por un lado, conectar con las emociones y lo bueno que hay dentro de nosotr@s. Por otro lado, nos ayuda a conectar con la gente, y a empezar a recibir también amabilidad. Nuestra percepción cambia y no sentimos el mundo tan hostil, pues recibimos positivo de él.

• Cuidar las relaciones: las relaciones ocupan un espacio muy importante en la vida del ser humano, y es que de ellas aprendemos mucho.

• Desarrollar estrategias de afrontamiento: a lo largo de nuestra vida se nos presentan situaciones que debemos resolver. Poder hacerlo de manera positiva y sana, no sólo nos beneficia por haber afrontado la situación en sí de manera sana, sino que aumenta nuestra autoestima y nuestras habilidades, y nos muestra que Sí podemos.
• Hacer más actividades que realmente te atraigan: realizar actividades que nos atraigan en el día a día, tiene una importante repercusión en nuestro estado de ánimo y nuestra felicidad. Es frecuente que en épocas de nuestra vida, dichas actividades se vayan relegando por otras que no nos producen ningún efecto positivo (obligaciones autoimpuestas, por ejemplo).
• Detenerse y disfrutar las alegrías de la vida: Ser capaz de poner atención plena en los momentos de placer o alegría.
• Aceptación y compromiso con tus objetivos: dedicar tiempo a conseguir nuestras metas reales, nos ayuda a conectar más con nosotr@s, nos centra y ayuda a conocer, practicar y aprender habilidades,
• Practicar la religión o la espiritualidad: Hay estudios que afirman que las personas espirituales, sufren menos ansiedad.
• Dedicarte a tu cuerpo: dedicarse por fuera y dentro a nuestro propio cuerpo, ayuda a equilibrar la balanza de nuestra vida hacia el lado saludable, nos hace sentirnos bien, más activ@s y nos ayuda a soltar estrés.

Tras despejar mitos y ver técnicas para aplicar en nuestro día a día, parece que la felicidad puede tener hueco en nuestra vida. Y que ese hueco depende en gran medida de nuestra actitud y nuestro esfuerzo. De nosotr@s mis@s. ¡Y qué feliz noticia!

(Artículo adaptado de “La búsqueda de la Felicidad” de Jesús Mato)

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